No es un secreto que la Florida es por su cercanía a centro y sur américa, es la entrada perfecta  de diversos productos  en muchos de sus puertos marítimos y aéreos.

Por su geografía poblada por literalmente miles de islotes coronados por espesos manglares, Everglades City se convirtió en el centro de operaciones de un constante flujo de Marihuana y otros estupefacientes por vía marítima y aerea hacia el interior del país.

El laberinto casi indescifrable para muchos, exceptuando los pescadores locales, fue el diseño geográfico perfecto para montar una operación de tráfico que  se mantuvo activa por más de una década desde  los años 70 hasta  1983 cuando ocurrió la primera de dos redadas en años consecutivos.

Solo los pescadores locales, conocidos entre ellos mismos como oldtimers, por múltiples generaciones habían navegado las aguas de este estuario en donde el flujo del rio de hierba tributa sus aguas al mar. Se convirtieron entonces esos pescadores en valiosas piezas del engranaje del tráfico en la zona que hoy muchos conocen como Ten Thousand Islands.

Aerial View

Ten Thousand Islands Photo Andres Rodriguez

El funcionamiento de la operación  era relativamente sencillo. Las avionetas pequeñas sobrevolaban la zona a un nivel bajo para evitar ser detectadas por radares, en ocasiones el vuelo se hacía desde algun puerto en Centroamérica o desde la costa este de la Florida, desde donde era difícil cargar la droga por vía terrestre y requería de un lugar más decreto.

En medio de la noche las avionetas sobrevolaban  entre los islotes a baja altura buscando señales de linternas, y cerca de ellas arrojaban los paquetes de marihuana de 80 y 100 libras envueltas en fique y poliuretano para protegerlas del agua salada, además debían flotar ya que de otra forma no podrían encontrarse.

Los pescadores locales siempre alaban lo frugal de las pescas nocturnas, en este caso  fueron particularmente prolíficas ya que solo de noche ocurrían los descargos de la valiosa y bien pagada carga, Un bote lleno de paquetes de marihuana podía reportarle al pescador entre diez mil a quince mil dólares la noche, lo cual es cercano al promedio de ingresos per cápita anual.

Los códigos de lenguaje introdujeron variación a lo que parecía un negocio fructífero, los cubicularios paquetes de marihuana  fueron nombrados Square Grouper, o Mero Cuadrado.

Paquetes de marihuana también conocidos como Square Grouper en Everglades City, june 1983,

Cortesía de Bill Myers.

La oscuridad obligaba a que  los botes recorrieran durante toda la noche las aguas de Ten Thousand Islands, los motores sometidos a sobre esfuerzo en la arena se echaban a perder con tan solo algunas semana de uso, pero el flujo de dinero que generaba, permitía reemplazarlos frecuentemente.

La demanda de motores fuera de borda era tan alta que pronto se instaló un distribuidor de Johnson Marine en el pequeño poblado de pescadores. La bonanza que vivía Everglades city no podía ser más notoria.

Big Al, controlador aéreo en el aeropuerto local por más de 29 años, menciona como en los restaurantes locales, “los hijos de los pescadores llegaban a pedir sus helados en tiempo de verano, y fuera de lo normal en su apariencia primitiva o sus  pies descalzos,  eran las gruesas cadenas de oro que colgaban de sus cuellos infantiles  y los billetes de cien dólares que no eran muy comunes en 1980, así como no lo son hoy”.

El volumen de droga que entraba desde un poblado tan pequeño supero todas las expectativas de los carteles desde Colombia, México y Centroamérica, Everglades City era una de las rutas más protegidas por tratarse de una de las más eficientes.

En un pueblo donde todos se conocían, o eran parientes, en donde todos iban a los mismos lugares, donde todos  se graduaron de la misma y única escuela, era difícil romper esos nexos y esos nexos fortalecieron la perpetuidad del negocio.

Los oficiales de policía, usualmente se alejaban cuando observaban alguna actividad sospechosa, alguna fiesta con drogas, a menos que se tratara de alguien en peligro, ya que sabían que en ella estaban sus hermanos, primos, padres o amigos.